«lo azul»
Mari Quiñonero
Colectiva
La palabra Azul que reconocemos y usamos como nombre masculino o adjetivo, se engrandece para recoger un conjunto de significados sin fin. Porque infinitas pueden ser las percepciones y los recuerdos distorsionados personales de cada uno.
Mari Quiñonero
La Galería Álvaro Alcázar presenta la primera exposición individual de Mari Quiñonero como nueva artista de la galería. “Lo azul” es una muestra creada exclusivamente para este espacio y sigue un proyecto de gran envergadura personal.
Se trata de una exposición compuesta de doce obras que revelan la evolución de la artista en el proceso creativo de su serie “Color and Vacuum”; un trabajo más allá de la abstracción que se centra en la diversidad de formas y colores. La exposición está compuesta por un texto inédito y una serie de obras pictóricas sobre lienzo y papel alrededor de los cuales se estudia el uso del color más allá de la mera expresión plástica, abriendo un abanico de posibilidades que lleva a la artista a zonas más conmovedoras.
Este viaje por el color azul sigue su recorrido en una exposición colectiva, en la que pueden verse obras de artistas de la galería como Mari Puri Herrero, Rafael Canogar, Peter Krauskopf, Rebeca Plana y Guillem Nadal y artistas invitados como Alejandro Botubol y Jude Castel.
En sus conjunto ambas exposiciones ponen de manifiesto ese “carrusel de azules irrebatibles”, como los define Mari Quiñonero, y que revelan, en efecto, numerosas percepciones emocionales.
Rafael Canogar deja en sus obras el rastro de la intensidad metafórica y lírica de la superficie pictórica. En la obra que presentamos en esta exposición “Invierno”, el azul adquiere aún mayor fuerza como representación de esa estación. También Peter Krauskopf en su pincelada de arrastre pictórico logra dar una dimensión casi invernal del azul, hasta el punto de convertirlo en helador con esos tonos metálicos y brillantes, tan similares al hielo.
En color azul pueden ser también los recuerdos de una ciudad. Jude Castel representa en diversas obras en bolígrafo sobre papel su visión de Madrid a través de monumentos o edificios emblemáticos. El azul también puede ser el recuerdo del agua, del mar. Para Rebeca Plana es un acercamiento al Mediterráneo y lo es también para Guillem Nadal. Incluso Alejandro Botubol, le da un carácter místico hasta el punto que su azul consigue iluminarse por si solo.
Finalmente, en medio de la sala nos encontramos con una escultura monumental de Mari Puri Herrero “Cabeza lectora” en ese color “azul Bilbao” tal y como lo define ella y que es una muestra de lo cómoda que se siente pintando con ese color. Según la artista el azul tiende a expandirse mejor y cómo no va a hacerlo, si se trata del color del cielo, del agua. Es un color que permite sentirse libre en movimiento.
En definitiva con estas dos exposiciones, quizás logremos explayar nuestras propias ideas y emociones respecto a este color. Incluso quizás consigamos, como dice Mari Puri, hacer que con el azul no nos sintamos confinados.